La
mente ha sido estudiada bajo la ciencia de la psicología, ya que entre sus
objetivos fundamentales, está la de investigar cómo aprendemos, los principios
del comportamiento humano y cómo funcionan todas las partes del cerebro humano.
En
su estudio de la memoria, examinó que una de las funciones primordiales del
cerebro es producir y almacenar pensamientos. Entre otras características de la
mente está la habilidad de pensar, “pensar” significa reflexionar, intuir,
mirar dentro de las ideas, de los conceptos y sus significados. Pensar también
significa jugar con nuestra imaginación, es generar en nuestra mente caminos y
opciones posibles para resolver los retos de la vida.
Uno
de los puntos principales del conocer el funcionamiento de nuestra mente es el
procedimiento de aprender. “Aprender” significa adquirir el conocimiento de una
cosa. El aprendizaje es la interacción de los procesos fisiológicos y mentales
de las personas con los sucesos del ambiente externo. Se aprende observando y
después se pone en práctica lo aprendido.
A
través de la vida se almacena en nuestra mente infinidad de información, de
ideas, de conocimientos que nos ayudan a vivir mejor. Cuando se está en el
proceso de pensar es muy importante saber y poder recuperar de la memoria los
datos, las ideas y la información necesaria para conseguir el objetivo deseado.
La
habilidad para recordar es una consecuencia de la habilidad para almacenar o
grabar ya que, si no hemos sido capaces de grabar adecuadamente en la memoria,
consecuentemente no tendremos material para recuperar o recordar.
En
conclusión, la mente es el más grande poder del ser humano, si nos enfocamos en
su funcionamiento podemos entender sus habilidades con el fin de utilizar más
nuestro verdadero potencial. La mente requiere de un proceso sistemático para
obtener acceso a la fuente de inteligencia creativa dentro de nosotros mismos a
fin de enriquecer y apoyar todos los impulsos del pensamiento para tener éxito
en cada actividad.
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